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Upskilling: qué es, cómo hacerlo y ejemplos
El upskilling es un proceso mediante el cual los trabajadores de una empresa adquieren nuevas habilidades y conocimientos. Los objetivos suelen ser que la empresa gane en productividad y ser más competitivos. No obstante, hay beneficios que afectan de forma paralela a los empleados, como la superación y el crecimiento a nivel laboral y personal.
Para conocer más en profundidad este concepto, vamos a tratar a continuación aspectos como cuáles son los objetivos principales del upskilling, qué estrategias existen, cuáles son las principales ventajas y qué pasos seguir para implementar el upskilling en una empresa.
Puntos claves
El upskilling es un término que se emplea para definir la adquisición de conocimientos, para ayudar a los empleados a desarrollar sus competencias laborales.
El principal objetivo es mejorar y ampliar sus habilidades.
Existen diversas estrategias de upskilling. Entre ellas: rotación de personal, cursos de formación y sesiones de microgestión.
El upskilling ofrece ventajas tanto a la empresa como a los empleados.
Upskilling y reskilling no son lo mismo, aunque ambos hacen referencia a la adquisición de conocimiento.
Para implementar dicha formación, es necesario seguir unos pasos que incluyan el análisis de la empresa para conocer sus necesidades, la elección del plan y su posterior evaluación.
¿Qué es el upskilling?
El upskilling es la formación adicional que pueden recibir los empleados para mejorar las competencias dentro de su puesto de trabajo. Bajo esta tendencia, los profesionales están en continuo aprendizaje.
¿Cuáles son los objetivos principales del upskilling?
El objetivo principal del upskilling es ampliar y mejorar las habilidades de los trabajadores.
Este objetivo está directamente relacionado con otros logros o metas. El upskilling permite a los empleados ser más productivos. E incluso alcanzar un mayor desarrollo profesional, cubriendo puestos de rango superior.
La empresa, por su parte, mejora su competitividad en mercados y entornos que se encuentran en constante cambio. Contar con empleados capacitados para desempeñar mejor su trabajo es una ventaja frente a otras empresas.
Por tanto, podemos destacar como objetivos del upskilling:
Mejorar las habilidades y competencias de los empleados.
Adaptarse a los nuevos mercados.
Conseguir que los empleados crezcan profesional y personalmente.
Mejorar la productividad.
¿Qué estrategias de upskilling existen?
Existen diferentes estrategias de upskilling, aunque las que con mayor frecuencia implementan las empresas son:
Rotación de puestos. Consiste en que los empleados que pertenecen a un mismo nivel cambien sus puestos durante un tiempo determinado. De esta manera, adquieren nuevas habilidades y conocimientos. Así pueden crecer laboralmente.
Cursos de formación. Pueden ser on-line y presenciales. Ayudan a mejorar alguna habilidad y las competencias de los empleados. Tienen la ventaja adaptarse a cada tipo de trabajo debido a su flexibilidad.
Tutorías o mentoring. Los trabajadores situados en un rango superior enseñan habilidades al resto de empleados, mientras se encuentran en su puesto de trabajo. Es un aprendizaje práctico.
También pueden darse intercambios de conocimiento entre generaciones diferentes, con el objetivo de que los jóvenes adquieran hábitos de madurez. Y viceversa: que perfiles sénior adquieran nuevos conocimientos y habilidades que se han desarrollado recientemente y a los que, por edad, no tuvieron acceso en su etapa de formación.
Clases de microaprendizaje o webinars. Son pequeñas clases o sesiones para que los empleados aprendan de forma rápida. Generalmente, se realizan mediante herramientas audiovisuales como vídeos, aunque también se complementan con ejercicios. Se realizan en poco tiempo, por lo que tienen lugar dentro de la jornada laboral.
¿Qué ventajas ofrece el upskilling?
Aplicar el upskilling dentro de una empresa tiene numerosas ventajas. Podemos diferenciar aquellas que afectan a la empresa y las de los empleados. Las principales son:
Ventajas para la empresa
Retención de talento. El upskilling es valorado positivamente por los empleados y por aquellas personas que buscan empleo. Si los empleados se sienten satisfechos dentro de la empresa, trabajarán para permanecer en ella, por lo que es una poderosa herramienta de gestión del talento.
Ahorro de costes. Retener talento reduce la necesidad de abrir pruebas de selección de personal, que requieren de la inversión de tiempo y dinero para que logren el objetivo de sustituir al profesional perdido.
Mejora la reputación. El employer branding de una empresa es más atractivo cuando busca la satisfacción de todo el personal. El upskilling influye en la visión que tienen las personas sobre una marca. Y aumenta el deseo de querer pertenecer a una organización que cuida y se preocupa por la formación y el crecimiento de sus profesionales.
Ventajas para los empleados
Mejora la trayectoria profesional. Adquirir nuevas habilidades y competencias mejora la trayectoria profesional. Las acciones a desarrollar en una empresa pueden ser más amplias, y aumenta la productividad y el desempeño, lo que ayuda a avanzar profesionalmente.
Opciones de ampliar el salario. Un empleado que mejora sus habilidades y aptitudes adquiere más importancia en la empresa. Por ello, tiene más posibilidades de tener un incremento salarial.
Superación personal. Está ligado al punto anterior. Un empleado que gracias a adquirir una mayor formación tiene la opción de incrementar el salario, se siente más motivado para continuar mejorando. Es una forma de superación tanto profesional como personal.
¿Cuáles son las diferencias entre el upskilling y el reskilling?
Ambos términos hacen referencia a la formación de los empleados dentro de una empresa. El upskilling implica formación de los trabajadores para que adquieran nuevas competencias y mejoren sus capacidades.
Por su parte, el reskilling, que significa reciclaje profesional, implica formar a un empleado para que desempeñe una nueva función dentro de la empresa. Es decir, modificar su puesto de trabajo.
¿Cómo implementar un plan de upskilling?
La correcta implementación y planificación de upskilling requiere de los siguientes pasos:
En primer lugar, hay que establecer los objetivos que se quieren conseguir.
Analizar la situación de la empresa para saber qué competencias y formación son necesarias para alcanzar sus objetivos corporativos. Y analizar, además, si en algún momento la empresa está influenciada por empleados con el efecto Dunning-Kruger.
Elegir el plan de formación más adecuado. Hemos visto que existen diferentes estrategias. En función del análisis anterior, general y específico, hay que elegir qué plan es el más conveniente: tutorías, sesiones de microgestión, rotación de puestos, etc.
Informar a los trabajadores. Hay que informar a los trabajadores de la estrategia que se va a seguir y los objetivos que se quieren conseguir. Hay que estipular la duración de la formación y en qué momento se va a desarrollar. Hay estrategias que se realizan durante la jornada laboral y otras que no.
Facilitar los recursos necesarios para un aprendizaje constante y actualizado. Contar con contenidos innovadores, con la finalidad de estar al corriente de los nuevos cambios que pueden ir surgiendo.
Realizar revisiones y evaluaciones del plan. El uso de tecnología como un programa de Recursos Humanos, o cualquier otra innovación, puede ser de gran ayuda para realizar seguimientos de asistencia, recibir feedback sobre las formaciones por parte de los empleados, y recabar todo tipo de datos para una evaluación más enriquecedora y valiosa.
Preguntas frecuentes
Ejemplos de upskilling
El upskilling se puede implementar en una empresa con objetivos que van más allá de la mejora de competencias de sus profesionales.
Supongamos que una empresa quiere favorecer el desarrollo profesional y crear un plan de carrera para sus empleados. Para ello, crea una estrategia de upskilling basada en cursos de formación.
La empresa decide aplicarla al nivel más básico en su organigrama, para que algunos de esos empleados pasen posteriormente a ser supervisores. Para ello, realiza cursos de formación que permitan adquirir competencias sobre estrategias de comunicación y de liderazgo, por ejemplo.
De este modo, los nuevos supervisores ya conocerán la cultura empresarial y estarán más alineados que si los hubiera contratado procedentes del mercado laboral. Conocen, además, los procesos internos, por lo que esquivamos un onboarding que pueda retrasar la llegada del máximo rendimiento.
Y todo, asegurando ese crecimiento profesional dentro de la propia corporación.
¿Cómo implementar reskilling y upskilling?
La implementación del reskilling o upskilling requiere de los siguientes pasos:
Establecer metas.
Identificar las habilidades y competencias para el cumplimiento de las metas.
Evaluar qué tipo de formación es el más apropiado.
Implementar la estrategia a seguir con todo lo que ello implica: información a empleados, horarios, metodologías, etc.
Hacer un seguimiento de la estrategia implantada.
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