Reskilling: ¿cómo puede ayudar a tu empresa a adaptarse al futuro laboral?

El reskilling, también conocido como reentrenamiento o recualificación, es el proceso de adquirir nuevas habilidades, conocimientos y capacidades para adaptarse a los cambios del mercado y a la evolución tecnológica. 

El reskilling es determinante hoy en día, pues nos encontramos en un mundo en constante transformación. Las habilidades que son valiosas en un momento determinado pueden volverse obsoletas debido a los avances tecnológicos, cambios en la economía o nuevas tendencias en el empleo.

El reskilling sirve para que los trabajadores adquieran nuevas competencias para ser competitivos y contribuir de manera efectiva en el trabajo.

El reskilling aporta varios beneficios a una empresa, ventajas que también afectan a los empleados, al mejorar sus perspectivas laborales:

• Mejora la productividad, al proporcionar a los empleados habilidades para realizar sus tareas de manera más eficiente y óptima.

• Favorece la adaptación frente a los cambios tecnológicos. En un mundo en constante evolución, el reskilling permite a los empleados mantenerse al día con las últimas herramientas y tecnologías relevantes que afecten al desarrollo de su trabajo. Por lo tanto, puede contribuir a mejorar la digitalización de la propia empresa.

• Reducción de costes de contratación. Permite aprovechar al máximo el talento existente y evitar los costes asociados a la contratación y la integración de nuevos trabajadores.

• Flexibilidad de la fuerza laboral. Permite que los empleados se adapten a diferentes roles dentro de la empresa en función de las necesidades corporativas, lo que puede ser especialmente útil en momentos de reestructuración o transformación.

• Innovación. Los empleados pueden aportar ideas y perspectivas innovadoras a la empresa. De esta forma, se estimula la creatividad y la mejora continua.

• Mejora del clima laboral. Eleva la moral y la satisfacción de los empleados al demostrar el compromiso de la empresa con su desarrollo profesional y personal.

• Competitividad en el mercado. Las empresas con empleados que cuentan con habilidades actualizadas y relevantes tienen más probabilidades de mantenerse competitivas.

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Existen varios tipos de reskilling, cada uno dirigido a satisfacer necesidades específicas en función de su ámbito. Algunos de los tipos más comunes de reskilling son:

Se centra en formar a los empleados en el uso de herramientas y tecnologías digitales relevantes para su trabajo. Puede incluir formación en un software específico, habilidades de programación, análisis de datos, ciberseguridad y uso de plataformas en línea, entre otras. Es lo que se conoce como hard skills.

Son habilidades esenciales para la comunicación efectiva y la colaboración en el entorno laboral. También se las conoce como habilidades blandas. El reskilling en este ámbito puede incluir el desarrollo de habilidades de liderazgo, gestión de equipos, resolución de conflictos, empatía, trabajo en equipo y comunicación interpersonal.

Con el crecimiento de los datos en el entorno empresarial, el reskilling en pensamiento analítico y toma de decisiones informadas es importante. Abarca desde la interpretación de datos hasta la toma de decisiones basadas en evidencia.

En un mundo en constante evolución, la creatividad y la innovación son valiosas. El reskilling en esta área podría involucrar el fomento de la generación de ideas, el pensamiento lateral y la resolución de problemas creativos.

Las estrategias de ventas y marketing están en constante cambio debido a las tendencias del mercado y las nuevas plataformas digitales. Es útil porque puede comprender desde la formación en marketing digital y análisis de mercado hasta habilidades de negociación, por ejemplo.

En industrias impulsadas por la innovación, el reskilling en el desarrollo de productos y tecnología es esencial. Por ejemplo, mediante la formación en el diseño de productos, desarrollo de prototipos y conocimiento de tendencias tecnológicas.

A medida que aumenta la conciencia sobre la sostenibilidad y la responsabilidad social empresarial, este tipo de reskilling abarca aspectos como la comprensión de prácticas sostenibles, la gestión de recursos y la incorporación de valores éticos en la toma de decisiones, entre otros.

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El reskilling y el upskilling son términos relacionados pero distintos. Aunque ambos se centran en mejorar las habilidades de los empleados, presentan enfoques diferentes.

El reskilling implica adquirir un conjunto nuevo de habilidades con maestría, para cambiar de una profesión o industria a otra. Por lo general, se utiliza cuando las habilidades actuales de un trabajador ya no son relevantes debido a cambios tecnológicos, económicos u otras razones y es necesario que el empleado aprenda habilidades completamente nuevas para seguir siendo útil.

El upskilling se centra en mejorar las habilidades existentes de un empleado para que puedan realizar mejor su trabajo o asumir mayores responsabilidades en su rol actual. Hace referencia a la formación y el desarrollo para fortalecer las habilidades técnicas, conocimientos y competencias necesarias en el trabajo actual.

Por lo tanto, mientras que el reskilling implica cambiar a un conjunto completamente nuevo de habilidades para adaptarse a un nuevo rol o industria, el upskilling se enfoca en mejorar y expandir las habilidades existentes para mejorar el desempeño en el trabajo actual o asumir tareas más avanzadas.

Implementar un plan de reskilling efectivo requiere de una buena planificación y ejecución. Algunos pasos claves para implementar un plan de reskilling en tu empresa:

Hay que comenzar por identificar las áreas en las que se necesitan nuevas aptitudes debido a cambios tecnológicos, cambios en la industria u otras razones; analizar  las habilidades actuales de tus empleados y compararlas con las habilidades requeridas para los roles futuros o las necesidades cambiantes de la empresa. En esta primera fase de detección de necesidades, son muy útiles los procesos de evaluación de desempeño continuos y constantes.

Establecer objetivos claros y específicos para el plan de reskilling. Esto puede incluir el número de empleados, las habilidades que necesitan adquirir y el plazo en el que se espera completar la formación profesional. Se recomienda el uso de objetivos SMART.

Diseñar el programa de reskilling adaptado a las necesidades de la empresa y de los empleados. Es importante decidir si la gestión de la formación será interna, si se contratarán instructores externos o se utilizarán recursos on-line.

Identificar los recursos necesarios para implementar el programa. Como, por ejemplo, material para la formación, herramientas tecnológicas, instructores y presupuesto.

Comunicar claramente a los empleados su importancia y cómo les beneficiará, tanto a ellos como a la empresa. Se debe fomentar el compromiso de los empleados, demostrando el apoyo de la Alta Dirección y la disposición de la empresa para invertir en su desarrollo profesional.

Adaptar el programa a las necesidades individuales de los empleados. Algunos pueden requerir una formación más intensiva, mientras que otros pueden necesitar solo ajustes menores en sus habilidades actuales.

Implementar el plan de formación de acuerdo con el diseño. Se aconseja utilizar una variedad de métodos de enseñanza, como talleres, cursos on-line, mentoría y práctica.

Monitorear el progreso de los empleados a medida que avanza el programa de reskilling. Realizar evaluaciones regulares para medir su adquisición de habilidades y conocimientos.

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Implementar un plan de reskilling puede presentar varios desafíos:

• Falta de tiempo y recursos. La implementación de un plan de reskilling requiere de tiempo y recursos altos. La falta de presupuesto, personal y tiempo puede obstaculizar el proceso.

• Resistencia al cambio. Los empleados pueden resistirse por temor a lo desconocido o a la interrupción de sus roles actuales.

• Falta de alineación con los objetivos de la empresa. Si el plan no está alineado con los objetivos estratégicos de la empresa, puede ser percibido como irrelevante por los empleados y la Dirección.

• Identificación de necesidades de formación. Determinar una habilidad específica que debe adquirir el empleado puede ser un desafío, ya que las necesidades pueden variar ampliamente según los roles y las tendencias de la industria.

• Cambio cultural. Si la cultura empresarial no apoya la educación y el desarrollo, los empleados pueden ser reacios a participar en actividades de reskilling.

• Riesgo de obsolescencia de habilidades. Existe la posibilidad de que las habilidades adquiridas a través del reskilling se vuelvan obsoletas en un corto periodo de tiempo.

• Evaluación individualizada. Cada empleado tiene diferentes necesidades de reskilling, por lo que diseñar un plan que satisfaga a todos puede ser complicado. Es importante, por tanto, conocer mediante las mencionadas evaluaciones de desempeño y procesos de feedback cómo están percibiendo el proceso de reskilling.

Gracias a las funcionalidades de Personio es sencillo implementar el reskilling en una empresa.

Para comenzar, permite almacenar y gestionar información detallada sobre los empleados, lo que facilita la identificación de habilidades actuales y brechas para cada individuo. Con el paso del tiempo, es eficaz para evaluar el rendimiento individual de los empleados e identificar áreas en las que podrían necesitar reskilling. 

También ofrece las herramientas necesarias para crear planes de desarrollo personalizados para cada empleado, lo que incluye la identificación de cursos, formaciones y recursos de reskilling relevantes. Ayuda a organizar y gestionar programas de formación y aprendizaje on-line o presenciales.

Otra ventaja es que la plataforma permite evaluar los resultados de los programas de reskilling mediante métricas y análisis. De esta manera, es sencillo medir el impacto y realizar ajustes si es necesario. La automatización de tareas administrativas puede liberar tiempo para enfocarse en la implementación del reskilling y en actividades estratégicas.

Con las funcionalidades de evaluación del desempeño que ofrece Personio, es posible cubrir gran parte de los puntos anteriores. Desde el rastreo de información en la fase inicial, hasta el seguimiento individualizado para valorar cómo están percibiendo e interactuando los empleados con el planning programado por la organización. 

No existe un tiempo de duración fijo. El proceso de reskilling puede variar según ciertos factores. Entre ellos,  la complejidad de las habilidades que se están adquiriendo, la experiencia previa de los empleados, la intensidad de la formación y el enfoque de aprendizaje.

Los líderes de la empresa desempeñan un papel fundamental en el éxito de un proceso de reskilling. Su compromiso, apoyo y dirección son esenciales para crear un entorno apropiado para el aprendizaje y el desarrollo de las habilidades.

Los empleados también tienen un rol importante en el proceso de reskilling. Su compromiso, disposición para aprender y participación activa son esenciales para el éxito del reskilling en una organización.