Hard skills: qué son y cómo identificarlas entre tus empleados

Las hard skills o habilidades duras son una categoría de habilidades que los empleados deberían tener y que engloba aquellas adquiridas a través de conocimientos técnicos. Es decir, aquellas habilidades que hayan adquirido a través de recorridos educativos. 

Las hard skills diferencian a un trabajador de otro y se caracterizan por generar valor en el perfil profesional de cada empleado. 

Un ejemplo serían los conocimientos en contabilidad, diseño web, inteligencia artificial, análisis de datos, etc. Son habilidades que tus trabajadores han adquirido mediante formación y que marcan la diferencia de sus perfiles respecto a otros y que determinan las tareas que realizan en tu empresa.

Lo que caracteriza a las hard skills son el dominio pleno en materia de la habilidad que posee el trabajador. Es decir, el empleado es capaz de demostrar su conocimiento sobre el tema a través de certificados, títulos o actividades de formación.

Cuando un trabajador posee una hard skill es porque ha pasado ciertas evaluaciones que acreditan su conocimiento en dicha materia. Son habilidades que se adquieren constantemente a lo largo de la carrera profesional de cada empleado, ya que se encuentran en constante renovación y actualización, por lo que los trabajadores suelen formarse a través de cursos, clases, etc., para actualizarse en el tema y poder poner estas habilidades en práctica en el ámbito laboral.

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Tanto las hard skills como las soft skills conforman los perfiles profesionales de tu plantilla. Ya hemos visto en qué consisten las hard skills, ahora toca referirnos a las soft skills. Son aquellas habilidades interpersonales de cada empleado y son aún más difíciles de medir. Estas habilidades son las que utiliza cada trabajador cuando interactúa con el entorno laboral y social de tu empresa.

Entre las soft skills habituales encontramos el liderazgo, la inteligencia emocional, la capacidad comunicativa, la empatía, el trabajo en equipo.

Ambos tipos de habilidades son importantes cuando seleccionas el personal para tu empresa, y mientras que algunos puestos necesitan de mayores requisitos técnicos, es decir, hard skills, también suele buscarse que el trabajador pueda aportar y asimilarse a tu cultura empresarial a través de diferentes soft skills.

Te daremos un ejemplo práctico para que entiendas cómo diferenciarlas rápidamente:

Una soft skill buscada por tu compañía en un candidato puede ser la capacidad de gestionar los cambios del negocio. Una hard skill puede ser que tenga conocimiento en marketing digital.

El Departamento de Recursos Humanos de tu empresa recibirá múltiples currículums para evaluar candidatos. Lo primero que puedes hacer para detectar hard skills en un perfil profesional es buscar palabras claves relacionadas con la habilidad que te interesa en el currículum de cada candidato. Además, será relevante evaluar la sección de educación y formación dentro del currículum.

En segundo lugar, puedes proceder a realizar entrevistas a los candidatos para profundizar sobre el conocimiento de las habilidades duras que se necesitan en el puesto de tu compañía. Te recomendamos que analices si el candidato cuenta con conocimientos actualizados sobre las habilidades duras necesarias en tu empresa. Puedes implementar entrevistas estructuradas o semiestructuradas con preguntas específicas sobre el tema para realizar una preselección de candidatos.

También puedes anticiparte a las necesidades que tiene tu empresa en relación con cada hard skill y evaluar si el candidato será capaz de afrontar estas necesidades desde sus conocimientos técnicos en el tema. Para ello, puedes realizar pruebas de selección situacionales o técnicas que contribuirán a medir el rendimiento futuro que tendrá el trabajador.

Por último, recuerda que las habilidades duras siempre se pueden mejorar y es posible continuar con su aprendizaje. En ese sentido, puedes capacitar a tus empleados con planes de formación en relación con aquellas habilidades hacia las que te interesaría que sus perfiles se orientaran con el objetivo de combinar lo que ya sabían antes de ingresar a tu empresa con lo que se necesita en sus puestos laborales actuales.

La lista de habilidades duras que existen es larga, ya que estas dependen del sector empresarial en el que se desempeñe tu compañía, el tipo de negocios, las funciones de los puestos, etc. Sin embargo, algunas de las hard skills más habituales suelen ser:

• Contabilidad y finanzas: conocimientos específicos en administración contable y financiera que pueden adquirirse a través de títulos, carreras, etc.

• Marketing: por ejemplo, creación de campañas de ventas y marketing de tu empresa.

• Programación: puede referirse a conocimientos en desarrollo de software o de páginas web, etc.

• Redacción de contenido: puede tratarse de contenido periodístico o técnico, por ejemplo.

Las hard skills buscadas varían de acuerdo a muchos factores como el sector empresarial de tu empresa y los negocios que desarrolle. Sin embargo, hoy en día, debido a los cambios tecnológicos y la digitalización empresarial, se pueden resaltar algunas de las habilidades duras más buscadas por las empresas a nivel global:

• Programación: el desarrollo de software es un sector en auge y constante crecimiento. Existe una gran demanda empresarial para contratar desarrolladores web, expertos en programación y lenguajes como JavaScript, Python, entre otros.

• Inteligencia artificial: de acuerdo con un informe divulgado por LinkedIn sobre la demanda de empleos en Estados Unidos, la categoría de inteligencia artificial se encuentra en el primer puesto con un crecimiento del 74 % anual. Este tipo de empleados se capacitan en machine learning, muestreo de datos, lenguajes de desarrollo y ciencia de datos, entre otros.

• Ciberseguridad: según estudios realizados por el World Economic Forum, se estima que la encriptación de datos y la seguridad cibernética serán sectores que crecerán continuamente hacia el año 2025. Solo en España, se estima una cantidad de 29 293 ofertas de empleo especializadas en ciberseguridad.

• Idiomas: esta es una de las habilidades duras más habituales. Hoy en día suele exigirse el dominio de al menos un idioma cuando se busca empleo.

• Se estima que un 89 % de las ofertas laborales demandan que los candidatos tengan dominio de inglés en al menos un nivel básico.

• Blockchain: el conocimiento en materia de criptomonedas, intercambio de criptodivisas, la programación web de blockchain y otros puestos derivados de ella se encuentran en constante crecimiento. De acuerdo con un informe de LinkedIn, el conocimiento en blockchain fue una de las hard skills más buscadas en el año 2020.

Si quieres implementar un reclutamiento detallado y específico en el que identifiques las diferentes hard skills que necesitas, puedes utilizar un plan de requisitos y crear ofertas de empleo de manera fácil con Personio.

Estas habilidades pueden resultar difíciles de medir durante la trayectoria profesional de tus trabajadores, por eso te recomendamos que utilices métodos y herramientas que el software de Personio ofrece y que simplificarán esta tarea. 

Por ejemplo, mide las habilidades de tus trabajadores a través de una evaluación por competencias. Así, conocerás su forma de trabajo y desarrollo de habilidades en su puesto. También puedes emplear una evaluación 360 para obtener un informe preciso y registrar todo el feedback de tus empleados a lo largo del tiempo de forma centralizada en una única herramienta. Todas estas herramientas puedes implementarlas de manera sencilla con el software de Personio.

Las habilidades duras se demuestran a través de certificados, títulos y otras acreditaciones educativas que respalden oficialmente los conocimientos específicos de cada empleado. Para obtener estas titulaciones, tus trabajadores deberán llevar adelante un proceso educativo y evaluativo.

Actualmente, algunas habilidades duras más demandadas en el mercado son: programación y desarrollo de software, blockchain, ciberseguridad, dominio de idiomas, conocimiento en inteligencia artificial y análisis de datos.

Antes de contratar a un empleado, puedes analizar sus titulaciones, corroborar si serán suficientes para el puesto de trabajo ofrecido, consultar referencias de otros trabajos previos, realizar pruebas psicotécnicas o de conocimientos específicos, etc.

Una vez que has contratado a un trabajador, también te interesará evaluar las hard skills en su ambiente de trabajo. Para ello puedes emplear métodos de análisis como modelos de competencias, pruebas situacionales, cuestionarios, etc.