Reestructuración empresarial: claves para una transición exitosa

Restrukturierung

La reestructuración empresarial es un proceso integral de cambios y ajustes significativos que se lleva a cabo en una organización. Conocer sus características, los tipos y demás puntos claves es relevante para lograr una reestructuración exitosa.

Puntos claves

  • Los motivos comunes para realizar una reestructuración incluyen mejorar la eficiencia operativa, aumentar la rentabilidad, adaptarse a los cambios en el mercado y fusiones/adquisiciones.

  • Para planificar una reestructuración exitosa, se deben seguir pasos como el análisis de la situación, establecimiento de objetivos claros, desarrollo de un plan de acción, comunicación efectiva, gestión del cambio, implementación y seguimiento y evaluación y ajuste.

  • Para minimizar el impacto negativo en el equipo durante una reestructuración, es importante informar, brindar apoyo emocional y formación, establecer canales de comunicación abiertos, reconocer los esfuerzos y realizar evaluaciones periódicas

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¿Qué significa reestructuración en el contexto empresarial?

En el contexto empresarial, la reestructuración se refiere a un proceso integral de cambios y ajustes significativos realizados en una organización con el objetivo de mejorar su eficiencia, rentabilidad y competitividad. Puede abarcar diversos aspectos de una empresa, como su estructura organizativa, estrategia, operaciones, recursos humanos, finanzas y activos.

Este proceso suele llevarse a cabo en situaciones en las que una empresa enfrenta desafíos financieros, operativos o estratégicos significativos. Implica evaluar y rediseñar diferentes aspectos de la empresa para lograr una mejora en su desempeño y sostenibilidad a largo plazo.

¿Por qué realizar una reestructuración?

La reestructuración empresarial se lleva a cabo por diversos motivos. Uno de los más comunes es mejorar la eficiencia operativa para aumentar la productividad y reducir los costes operativos.

Además, se puede buscar aumentar la rentabilidad. Esto puede implicar la reducción de costes en diferentes áreas, la eliminación de divisiones o unidades de negocio no rentables, la venta de activos no estratégicos, la renegociación de contratos y acuerdos comerciales desfavorables, el downsizing, etc. 

La adaptación a los cambios en el mercado es otro motivo común para la reestructuración. Las empresas necesitan evolucionar y ajustarse a las nuevas condiciones y demandas del mercado para mantener su competitividad. En este sentido, una reestructuración puede ayudar a una empresa a ajustar su estrategia comercial, diversificar sus productos o servicios, explorar nuevos mercados o adoptar tecnologías emergentes.

Además, las fusiones y adquisiciones son otra circunstancia en la que la reestructuración es común. Cuando se produce una fusión o adquisición, es habitual llevar a cabo una reestructuración para integrar las operaciones de las empresas involucradas.

Por último, la reducción de personal es otra razón que puede motivar una reestructuración. En situaciones en las que una empresa enfrenta dificultades financieras o necesita ajustar su tamaño para adaptarse a cambios en la demanda del mercado, puede ser necesario llevar a cabo una reestructuración que incluya la reducción de personal.

¿Qué tipos de reestructuración existen?

Existen varios tipos de reestructuración empresarial, cada uno enfocado en diferentes aspectos de la organización. 

Reestructuración organizativa

La reestructuración organizativa se centra en el rediseño de la estructura y la jerarquía de una empresa. Esto implica cambios en los departamentos, funciones y niveles de gestión, con el objetivo de mejorar la comunicación, la coordinación y la eficiencia dentro de la organización. Puede incluir la creación de nuevas divisiones, la eliminación de departamentos redundantes o la redistribución de responsabilidades.

Reestructuración financiera

La reestructuración financiera se enfoca en mejorar la salud financiera de una empresa. Esto puede implicar la renegociación de deudas, la reestructuración de la estructura de capital, la obtención de nueva financiación o la venta de activos no esenciales. El objetivo es mejorar la liquidez, reducir la carga financiera y garantizar la sostenibilidad a largo plazo de la empresa.

Reestructuración operativa

La reestructuración operativa tiene como objetivo mejorar la eficiencia de los procesos y operaciones de la empresa. Esto implica revisar y optimizar los flujos de trabajo, eliminar tareas redundantes, implementar tecnologías más eficientes y mejorar la gestión de la cadena de suministro. La reestructuración operativa busca reducir costes, aumentar la productividad y mejorar la calidad de los productos o servicios ofrecidos.

Reestructuración estratégica

La reestructuración estratégica se enfoca en ajustar la estrategia de negocio de la empresa para adaptarse a las condiciones cambiantes del mercado. Puede implicar cambios en el enfoque del mercado, la diversificación de productos o servicios, la entrada a nuevos mercados, la adopción de tecnologías emergentes o la redefinición de la propuesta de valor. El objetivo es asegurar la competitividad y la relevancia de la empresa en el largo plazo.

Reestructuración de recursos humanos

La reestructuración de recursos humanos se centra en los aspectos relacionados con el personal de la empresa. Puede implicar la reducción de personal, la reasignación de funciones, el cambio de roles y responsabilidades, la formación y el desarrollo de habilidades y la revisión de políticas de compensación y beneficios. El objetivo es alinear el talento y los recursos humanos con las necesidades y objetivos de la empresa.

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¿Cómo planificar una reestructuración exitosa?

Planificar una reestructuración exitosa requiere una cuidadosa preparación y gestión del proceso. Algunos pasos claves que se deben seguir para llevar a cabo una reestructuración exitosa son:

Análisis de la situación

El primer paso es realizar un análisis exhaustivo de la situación actual de la empresa. Esto incluye evaluar los desafíos y problemas que se enfrentan, identificar las áreas de mejora, analizar los datos financieros y operativos y comprender las necesidades y expectativas de los clientes y otras partes interesadas.

Establecimiento de objetivos claros

Una vez que se haya realizado el análisis de la situación, es importante establecer objetivos claros y específicos para la reestructuración. Estos objetivos deben ser realistas y medibles, y deben estar alineados con la visión y la estrategia a largo plazo de la empresa. Establecer metas claras ayudará a guiar el proceso de reestructuración y a evaluar su éxito. Se puede emplear la metodología de objetivos SMART.

Desarrollo de un plan de acción

Con los objetivos establecidos, se debe desarrollar un plan de acción detallado para la reestructuración. Este debe incluir las acciones específicas que se llevarán a cabo, los plazos para su implementación, los recursos necesarios y los responsables de cada tarea. 

Comunicación efectiva

Es esencial informar a los empleados y otras partes interesadas sobre los cambios que se llevarán a cabo, los motivos detrás de la reestructuración y cómo se verán afectados. Es importante ser transparente, brindar oportunidades para aclarar dudas y preocupaciones y mantener una comunicación abierta a lo largo de todo el proceso.

Implementación y seguimiento

Una vez que el plan de acción esté desarrollado y se haya comunicado adecuadamente, se debe proceder con la implementación. Se deben asignar los recursos necesarios y monitorear el progreso de la reestructuración en relación con los objetivos establecidos. Además, es fundamental realizar ajustes y correcciones según sea necesario.

Evaluación y ajuste

Después de completar la reestructuración, es fundamental realizar una evaluación exhaustiva para medir los resultados y el impacto de los cambios implementados. Esto implica comparar los resultados con los objetivos establecidos inicialmente, identificar lecciones aprendidas y áreas de mejora y ajustar las estrategias y prácticas en consecuencia. 

¿Cómo minimizar el impacto negativo de la reestructuración en el equipo?

Para minimizar el impacto negativo de la reestructuración en el equipo y facilitar su adaptación, se pueden tener en cuenta los siguientes aspectos:

  • Informar a los empleados sobre los cambios que se llevarán a cabo, las razones detrás de la reestructuración y cómo se verán afectados. 

  • Escuchar las ideas, preocupaciones y sugerencias de los empleados. Esto puede ayudar a generar un sentido de propiedad y compromiso con los cambios propuestos.

  • Ofrecer apoyo emocional a través de sesiones de orientación, asesoramiento o programas de bienestar puede ayudar a mitigar el impacto emocional negativo.

  • Formar a los trabajadores para que adquieran las habilidades requeridas en sus nuevos roles.

  • Establecer canales de comunicación abiertos y facilitar la interacción entre los miembros del equipo. 

  • Reconocer y recompensar los esfuerzos de los empleados durante el proceso. Celebrar los éxitos individuales y colectivos contribuye a mantener a la plantilla motivada.

  • Identificar y abordar problemas a tiempo en cuanto al clima laboral puede contribuir a mantener un ambiente de trabajo saludable y productivo.

  • Brindar apoyo práctico durante la transición, como asistencia en la búsqueda de empleo, servicios de reubicación, en caso de que se produzcan despidos

  • Realizar evaluaciones periódicas para medir el impacto de la reestructuración en el equipo y realizar ajustes según sea necesario.

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¿Cómo puede ayudarte Personio a gestionar reestructuraciones de empresa?

Personio ofrece funcionalidades con su software de RR. HH. que pueden ser útiles al momento de gestionar las reestructuraciones en la empresa, algunas son:

1. Gestión de empleados: con su herramienta de gestión de datos, permite mantener un registro centralizado de la plantilla. Esta función facilita el seguimiento de los cambios en la estructura organizativa y la actualización de la información.

2. Organización y estructura: es posible reflejar la estructura organizativa de la empresa, incluyendo los departamentos, equipos y jerarquías. Esto facilita la visualización y gestión de la nueva estructura que surgirá después de la reestructuración.

3. Procesos de contratación y despido: durante una reestructuración, es posible que se requiera contratar nuevos empleados o llevar a cabo despidos. Personio ofrece funcionalidades para gestionar ambos procesos: desde crear, publicar ofertas de empleo y gestionar solicitudes hasta generar documentación relacionada y mantener un registro de los empleados afectados.

4. Gestión documental: Personio permite almacenar y gestionar de forma segura la documentación relacionada con los empleados, como contratos laborales, acuerdos de confidencialidad o evaluaciones de desempeño. Durante una reestructuración, se pueden utilizar estas funcionalidades para organizar la documentación relevante y mantener un registro claro de los documentos.

Preguntas frecuentes

¿Cómo afecta la reestructuración a la gestión de personal?

La reestructuración puede afectar a la gestión de personal de diversas formas, como cambios en la estructura organizativa, modificaciones en los roles y responsabilidades de los empleados, ajustes en los procesos de contratación y despidos y la necesidad de gestionar el cambio y el impacto emocional en los empleados.

¿Cómo adaptarse a los cambios de la reestructuración?

Para adaptarse a los cambios es importante mantener una actitud abierta y receptiva, estar dispuesto a aprender nuevas habilidades, buscar apoyo y recursos disponibles, comunicarse de manera efectiva, buscar oportunidades para crecer y desarrollarse profesionalmente y mantener una mentalidad flexible y adaptable frente a los cambios en roles y responsabilidades.

¿Quién aprueba el plan de reestructuración?

El plan de reestructuración generalmente es aprobado por la Alta Dirección de la empresa, que incluye a los altos ejecutivos y posiblemente al consejo de administración, dependiendo de la estructura corporativa de la organización.

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