Employee value proposition (EVP): la definición de una gran propuesta

La employee value proposition (EVP) se traduce como ‘propuesta de valor al empleado’ (PVE) y es el conjunto de beneficios que una empresa ofrece a sus trabajadores. 

Dichos beneficios pueden ser tangibles o intangibles y tienen que estar adaptados a cada uno de los empleados. No todos tienen el mismo perfil e intereses y, por tanto, el valor para ellos es distinto. Es uno de los pilares de una sólida estrategia de employer branding.

Hacer una propuesta de valor del empleado es importante porque mejora la relación entre empleador y empleado. Demostrar el interés que la empresa tiene por el empleado y recompensar su trabajo favorece su compromiso. Además, reduce la rotación. 

Las empresas tienen que adaptarse continuamente a los cambios, y para retener el talento hay que adaptar las recompensas a los nuevos perfiles y necesidades que van surgiendo con el paso del tiempo. Las empresas que muestran buenas propuestas, con grandes valores y bien definidas, atraen el talento y, con ello, reducen la rotación; algo que es  beneficioso para ambas partes. La tasa de aceptación de las nuevas ofertas es uno de los datos que ayuda a valorar y entender si la estrategia de EVP que la empresa sigue es o no una propuesta eficaz. 

Para realizar una employee value proposition hay que tener en cuenta varios aspectos importantes de la empresa. 

En primer lugar, tener clara la identidad de la corporación: cuál es su cultura y valores. Con este punto de partida, hay que plantearse preguntas como: qué es lo que nos diferencia del resto, qué es lo que más se valora de la empresa, etc.

El siguiente paso es pensar en los objetivos. Tienen que ser claros y medibles, y para conseguirlos, hay que crear un buen clima laboral y conocer a la vez la opinión de los empleados: saber su nivel de satisfacción, motivación, compromiso, si se sienten identificados con la cultura de la empresa, entre otros muchos aspectos. 

Para una buena employee value proposition, también hay que analizar la competencia: saber cómo trabajan ellos y cuál es su propuesta para así identificar aspectos positivos aimplementar y aspectos negativos a evitar. 

Hay que ser creativo y original. Y, para ello, tiene que haber unión entre los equipos de trabajo. En este caso, RR. HH. y Marketing son dos departamentos muy importantes para ser capaces de generar una estrategia que satisfaga las necesidades del cliente, que, en este caso, no es otro que los propios empleados de la organización. 

Por último, uno de los aspectos más importantes a la hora de crear una propuesta de valor del empleado es su difusión. La comunicación es fundamental. De nada sirve una EVP si no se difunde. Por ello, hay que establecer y utilizar diferentes canales de comunicación, como por ejemplo, un blog, Linkedin o, incluso, Youtube, dentro de las redes sociales. Cada uno de ellos con una estrategia propia. 

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Para crear una propuesta de valor del empleado, hay que tener en cuenta los aspectos que repercuten en los trabajadores y su bienestar en la empresa.

La remuneración es uno de los elementos más importantes para incluir en una propuesta de valor. Es una vía común para satisfacer a los empleados. Pero no solo a través de un aumento de nómina, que no en todos los casos es posible. También a través de bonos, promociones, incentivos, etc. 

El clima laboral favorece la actitud y el trabajo de los empleados. Con un ambiente de trabajo adecuado, los empleados desarrollan sus tareas con mejor actitud y resultados. Para una adecuada propuesta de valor, hay que diseñar planes que mejoren el clima. Por ejemplo, adecuar los espacios, mejorar las instalaciones, fomentar el compañerismo y el trabajo en equipo o mejorar la conciliación personal y laboral, entre otros. 

Los empleados valoran positivamente el hecho de crecer profesionalmente dentro de la empresa. Son muchos los empleados que se ponen metas de crecimiento a largo plazo. Las empresas pueden incentivar a los empleados en este sentido ofreciendo cursos o  talleres o planes de carrera, por ejemplo. 

Está relacionado con la conciliación. Los empleados pueden disfrutar de ventajas cuando realizan su trabajo como corresponde. Dentro de las prestaciones más valoradas y requeridas, se encuentra disponer de tiempo libre remunerado. Aquí se encuadran las vacaciones, los días festivos, las bajas, etc. 

Mostrar los valores de la compañía a través de su cultura organizacional. Instaurar políticas que muestren la cultura de la empresa y sus valores en aspectos medioambientales, sociales y políticos. Para ello, hay que fomentar la cooperación y el trabajo en equipo, crear medidas que muestren el compromiso con el medioambiente o políticas de inclusión, responsabilidad social corporativa, entre otros. 

Sí, se deberían segmentar las propuestas de valor del empleado porque tienen que estar dirigidas al público objetivo, que puede ser muy diverso. Es un error querer llegar a todo el mundo con las mismas ideas, porque hay mucha diversidad. 

Hay que conocer los intereses de los empleados y sus necesidades y segmentar la propuesta en función de ellos. Por ejemplo, habría que hacer una categorización por departamentos. 

Los empleados que forman el equipo de una empresa son muy diferentes entre sí y, por ello, se pueden segmentar por:

• edad

• puesto de trabajo

• ubicación

• preferencias de beneficios

• situación familiar

Por ejemplo, es probable que los empleados con hijos valoren una EVP que dé relevancia a la conciliación, mientras que los más jóvenes sin familia pongan más interés en las mejoras salariales.

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Las propuestas de valor tienen que estar adaptadas a cada compañía. No obstante, estos son algunos ejemplos con buenos resultados:

• Flexibilidad. Ofrecer flexibilidad horaria es un aspecto que beneficia a los empleados, pero también a la empresa. Permite trabajar en el horario que más productivo sea y también permite elegir el lugar.  Hay personas que prefieren trabajar bajo la modalidad de home office. Lo más adecuado es ampliar el abanico de posibilidades para que el empleado pueda elegir la que más le convenga. 

• Planes de formación. Fomentar el aprendizaje para que los empleados crezcan profesionalmente. A más conocimientos, experiencia y habilidades, más posibilidades de crecimiento. 

• Promociones, descuentos, bonos de productividad,etc. Son ventajas financieras para motivar a los empleados y compensar su trabajo para que continúen creciendo y ofreciendo lo mejor de sí mismos. 

• Prestaciones que permitan la conciliación laboral y personal. La facilidad de elegir vacaciones, disfrutar de días libres, no trabajar festivos o no poner problemas cuando se solicita una baja. 

A continuación encontrarás algunos ejemplos y casos reales de conocidas multinacionales  que te servirán para construir una propuesta de valor:

• Netflix. Una de las plataformas más grandes de entretenimiento y streaming tiene una EVP que se caracteriza por los beneficios que ofrece a los empleados frente a la competencia.  Su objetivo es retener y atraer talento, ofreciendo lo mejor a su target. Entre los beneficios, se encuentran las vacaciones ilimitadas. Los únicos requisitos son avisar con dos meses de antelación y no coincidir con compañeros del mismo equipo, así como la facilidad para adquirir la baja por paternidad. Se trata de una baja ilimitada y retribuida con el 100 % del salario durante el primer año. Además, entre sus principios se encuentra la comunicación directa, continua y transparente. También priorizan la creatividad en los equipos y la importancia en la toma de decisiones de todos los empleados. 

• Coca-Cola. La compañía mundial de bebidas también tiene implantada una propuesta de valor cuyos objetivos son crear un buen ambiente de trabajo, fomentar la formación y saber transmitir sus valores. Para ello, tiene una política para mejorar las condiciones laborales, medidas para la conciliación y horarios flexibles, formación y orientación laboral para jóvenes, etc. 

Para una employee value proposition perfecta hay que tener en cuenta los siguientes puntos:

• Analizar la situación actual del mercado y a la competencia. Son puntos que ayudan a saber qué debe ofrecer la empresa, cómo diferenciarse, así como aprender de las demás corporaciones.

• Definir bien la cultura empresarial. Incluir misión, visión y valores. 

• Considerar a la plantilla una parte fundamental. Hay que trabajar todos unidos, por lo que hay que implicar a los empleados en todas las acciones. 

• Conocer la opinión y necesidades de los empleados. Para ello, es eficaz realizar reuniones y encuestas, siempre respetando normativas como el Reglamento General de Protección de Datos. Las evaluaciones de desempeño y las evaluaciones 360 son especialmente útiles para lograrlo.

• Analizar el rendimiento de los trabajadores. 

• Crear propuestas que satisfagan a los empleados: beneficios económicos, formación, flexibilidad, clima laboral, medidas para la conciliación, etc.

• Fomentar la comunicación interna. 

• Actualizar las estrategias siempre que sea necesario.

• Gestionar todos estos pasos con software de Recursos Humanos, pues permitirá coordinar muchas de las acciones necesarias de forma más ágil, lo que ahorra tiempo y favorece poner el foco en lo importante: la generación de estrategias de valor real para el empleado.

Para generar valor, hay que tener presentes sus demandas. Es decir, cuáles son los beneficios que están buscando con el empleo que tienen o desean dentro de la empresa. 

Hay que ponerse en el lugar del empleado y generar el valor que les haga sentirse motivados y dar el máximo en su día a día. Para ello, resulta fundamental conocer la opinión al respecto de los empleados y poner en marcha estrategias de salario emocional.

Los colaboradores también juegan un papel fundamental en los procesos, independientemente de que se trate de agentes externos a la organización. Para descubrir su valor, es necesario imaginar qué pasaría si sus aportaciones no llegaran con la calidad, plazos y forma que se reciben. 

También sería conveniente comparar su aportación con la de otros colaboradores para estar seguros de si lo que están ofreciendo es algo que realmente tiene valor. 

Si se trata de agentes claves para el desarrollo de las tareas comunes en la empresa, la corporación debe valorar también la introducción de algunos de los beneficios que se propongan en las EVP para que sean accesibles para los colaboradores.