Vacaciones de los trabajadores a tiempo parcial: guía completa para una gestión eficiente

Los trabajadores que trabajen a tiempo parcial tienen los mismos derechos en cuanto a vacaciones que los trabajadores a jornada completa. Así se indica en el artículo 38 del Estatuto de los Trabajadores. A los empleados que no trabajan a jornada completa también les corresponden 30 días naturales de vacaciones al año, sin distinciones entre tipo de contrato y jornada laboral. 

Lo que importa a la hora de conocer las vacaciones es la duración del contrato y no su jornada. Por ejemplo, si un contrato tiene una duración de 6 meses, las vacaciones correspondientes son de 15 días. 

No obstante, los días de vacaciones pueden aumentar si así lo establece el convenio colectivo por el que se rige la empresa. 

El cálculo de las vacaciones de los empleados a tiempo parcial se realiza de la misma forma que para los empleados a jornada completa. La fórmula es sencilla: aplicar una regla de tres según los días que el empleado trabaje al año.

Imaginemos una empresa que concede 22 días laborables de vacaciones al año para una persona que se encuentra a jornada completa. Ese empleado, en un año, tiene un total de 206 días laborables. 

52 semanas * 5 días que trabaja cada semana = 206 días

Supongamos que otro empleado tiene un contrato a jornada parcial y trabaja solo los lunes y martes. Esta persona, al año, tiene 104 días laborables.

52 semanas * 2 días laborables cada semana = 104 días

Aplicando la regla de tres que mencionamos anteriormente, a este empleado le corresponden un total de 11 días laborables de vacaciones al año: si 206 días laborables al año dan derecho a 22 días laborables de vacaciones, a 104 días laborables al año le corresponden 11.

Si tenemos en cuenta que las vacaciones son días naturales, en realidad los días que no trabaja el empleado son los equivalentes a su jornada semanal. 

Aunque los trabajadores a tiempo parcial tienen los mismos días de vacaciones, su periodo de descanso sigue siendo proporcional, puesto que el trabajador a tiempo parcial del ejemplo nunca trabaja los miércoles, jueves o viernes. 

Días de vacaciones para un empleado a jornada parcial que sólo trabaja lunes y martes:

En este ejemplo, el trabajador está descansando 10 días hábiles. Le quedaría un día hábil, de ahí que, desde el punto de vista del empleado, siempre se considera más beneficioso contabilizar las vacaciones en días hábiles y no naturales.

Días de vacaciones para un empleado a jornada completa que trabaja de lunes a viernes:

En este caso, al trabajar a jornada completa, descansa un total de 22 días hábiles.

Planificar las vacaciones del personal

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Descarga: Plantilla de Excel para planificar vacaciones

La planificación de las vacaciones en los trabajadores a tiempo parcial conlleva algunos retos. Para hacerlo correctamente hay que tener en cuenta los siguientes aspectos:

• Las vacaciones anuales se pactan entre ambas partes (empresa y el empleado). Esto significa que no pueden ser impuestas por la corporación. El empleado puede elegir cuándo quiere disfrutarlas siempre con la aceptación de la empresa. 

• Tienen que ser disfrutadas dentro del año natural salvo en caso de baja o incapacidad, en cuyas circunstancias se podrán disfrutar al año siguiente. 

• La empresa es libre de elegir las reglas que determinan cuándo tienen vacaciones los empleados. Si no existe acuerdo entre los empleados, se pueden aplicar criterios como la antigüedad, por rotación o en función de la situación familiar para establecer prioridades a la hora de elegir. 

• Las vacaciones que les pertenecen son de 30 días naturales. No influyen los días a la semana que trabajen ni el cómputo de horas. Los 30 días se distribuyen de lunes a domingo. 

Para gestionar adecuadamente las vacaciones de los empleados que trabajan a tiempo parcial La empresa debe seguir estas pautas:

• Informar a los trabajadores los días de vacaciones a los que tienen derecho. Como mínimo son 30 días, pero pueden ser más dependiendo del convenio. 

• Informar el periodo de antelación con el que se tienen que solicitar, así como otras condiciones. Por ejemplo, cuántos días seguidos se pueden coger. 

• Comunicar en qué momento pueden disfrutar de las vacaciones. Aunque generalmente es a lo largo del año, puede haber restricciones en función del sector. No obstante, está establecido en el convenio colectivo. 

• Establecer un orden de prioridad. No todos los empleados pueden cogerse las vacaciones las mismas semanas. Por ello, lo mejor es que haya un acuerdo entre ellos. De no ser así, se debe establecer un orden de prioridad. Por ejemplo, es habitual que los de mayor antigüedad tengan preferencia en elegir sus vacaciones o establecer un sistema rotatorio para que todos tengan las mismas posibilidades. 

• Crear un calendario visible para todos los empleados. Es una manera eficaz de saber cuándo es posible disfrutar de las vacaciones. Permite cuadrar las vacaciones y organizar la empresa de forma eficaz. 

Las vacaciones no se pueden pagar, es decir, tienen que ser disfrutadas. Tampoco en el caso de jornada completa. El empleado tiene la obligación de disfrutar de sus vacaciones anualmente y recibir el salario que percibiría si estuviera trabajando. Sin embargo, existen dos excepciones. 

La primera excepción es cuando se produce una jubilación. En tal caso, el empleado puede solicitar que los días de vacaciones no disfrutados sean pagados. Por ejemplo, si se ha jubilado el 31 de marzo y no ha disfrutado de ningún día, tiene derecho a 7,5 días de vacaciones. Para su cálculo, habría que multiplicar el salario diario por los 7,5 días. 

La otra excepción es en caso de despido. Sucede lo mismo que en el caso anterior. El trabajador tiene derecho a recibir una retribución económica por los días de vacaciones que no ha podido disfrutar a causa del despido. La cantidad correspondiente aparece en el finiquito y equivale a los días de vacaciones que estaban pendientes de disfrutar. 

Las vacaciones de los empleados tienen una relación directa con su productividad y satisfacción laboral. Todo trabajador tiene derecho a un periodo de descanso y desconexión. 

Los días de vacaciones repercuten de forma favorable en los empleados. Disfrutar de ellos reduce el estrés y promueve la motivación.

Su correcta gestión tiene, en definitiva, una estrecha relación con el bienestar laboral. Disfrutarlas como y cuando se desea favorece la satisfacción de los empleados y un buen clima laboral. 

Es un aspecto que las empresas deben tener en cuenta, ofreciendo todas las facilidades a los empleados, para eliminar un factor de riesgo que podría aumentar la insatisfacción y, en consecuencia, el índice de rotación en la empresa.

El software de RR. HH. de Personio ayuda a gestionar las vacaciones de los empleados. Ofrece ventajas tanto para la empresa como para los trabajadores. 

Para las corporaciones, destaca especialmente la función de gestionar las ausencias, donde se incluyen los períodos de vacaciones de todo el equipo de forma visual e intuitiva. 

De este modo, es más fácil coordinar los trabajos y tareas pendientes, conocer la disponibilidad de los profesionales y gestionar quién se hará cargo de ciertas cuestiones durante las ausencias de otros compañeros. 

Los empleados pueden solicitar de forma on-line los días de vacaciones, y la empresa, mediante un solo clic, aceptarlos o rechazarlos. De esta forma y de manera automática, el calendario de ausencias se actualiza para todos los empleados y responsables en tiempo real, lo que facilita la mencionada organización y gestión de equipos. 

También permite consultar rápidamente cuántos días se han disfrutado y cuántos faltan, tanto desde el perfil del empleado como del responsable de departamento o cualquier miembro de RR. HH. que necesite acceder a esta información. 

Se minimizan, de este modo, pérdidas de tiempo en los procesos de gestión, así como dudas a la hora de contabilizar días restantes o cualquier otra problemática relacionada con las vacaciones de los empleados a tiempo parcial. 

Los contratos a tiempo parcial son aquellos que tienen una duración inferior a la jornada completa, es decir, a las 40 horas semanales. No obstante, a veces en función del convenio el número de horas de la jornada completa puede variar. Por ejemplo, puede ser de 35 horas semanales. 

La principal desventaja de un trabajador a tiempo parcial es la cotización. A menos horas trabajadas, menor cotización y, por tanto, a largo plazo, una pensión inferior. También repercute en el desempleo: la cantidad de dinero a percibir depende de la jornada y de la duración del contrato.