Desconexión digital: ¿en qué consiste?

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La desconexión digital es un derecho laboral que tienen todos los empleados en España. La digitalización ha permitido el desarrollo de otras formas de trabajo híbrido, donde algunas o todas las jornadas se realizan a distancia. En este escenario y para mantener la comunicación con responsables, compañeros u otros departamentos, se utilizan herramientas on-line como Slack o MS Teams, por ejemplo. 

¿Qué ocurre si cualquier otro empleado o jefe usa estos canales fuera del horario laboral y aparece una notificación en el móvil? ¿Está obligado el trabajador a contestar?

El derecho a la desconexión digital trata de asegurar que las empresas limiten su actividad y contacto con sus empleados única y exclusivamente al horario laboral. 

Puntos claves  

  • La desconexión laboral en el ámbito digital hace referencia al uso de dispositivos electrónicos fuera de la jornada laboral. 

  • Los trabajadores no deben contestar comunicaciones laborales fuera de su jornada laboral o en periodo de vacaciones y descanso. 

  • Para aplicar la desconexión digital, la empresa debe crear una política interna al respecto. 

  • La desconexión digital está regulada por el Estatuto de los Trabajadores y por la Ley Orgánica de Protección de Datos y Garantía de Derechos Digitales.

  • La mejora de la productividad y la retención del talento son dos de las principales ventajas de una adecuada política de desconexión laboral. 

  • Todo trabajador que supere las 6 horas de trabajo tiene derecho a disfrutar de periodos de descanso (también digitales). 

  • Una de las principales medidas para conseguir la conciliación laboral y familiar de los empleados es garantizar la desconexión digital. 

¿Qué es la desconexión digital?

La desconexión digital es un derecho que tienen todos los trabajadores. Consiste en no tener que ‘conectarse’ durante su periodo de descanso, vacaciones o fuera del horario laboral. 

Se entiende por ‘conectarse’ utilizar cualquier herramienta digital, como mensajes de WhatsApp, Slack, Teams, correo electrónico, uso del ordenador o de la tablet para cuestiones de trabajo, etc. 

Es decir, si un empleado trabaja desde casa y tiene una jornada de 8:00 a 16:00, desde que termina y hasta que empieza al día siguiente no tiene que atender ninguna comunicación que esté relacionada con el trabajo. Si recibe llamadas de su empresa o clientes tiene derecho a no contestar o si recibe un email no tiene por qué leerlo hasta que vuelva a comenzar su jornada al día siguiente. 

Aunque se ha relacionado con el teletrabajo y el trabajo a distancia, lo cierto es que también afecta a empleados que desempeñan sus funciones en oficina. Si al salir de ella por haber finalizado su jornada se contacta con ellos por medios electrónicos, también se estaría vulnerando ese derecho a desconexión digital.

¿Qué efectos prácticos tiene la desconexión digital para la empresa?

Las empresas son las encargadas de garantizar la desconexión digital de los empleados. Para ello, debe crearse un plan de desconexión. Algunas pautas que permiten cumplir con la normativa es:

  • Controlar el horario. Las empresas están obligadas por ley a llevar el registro horario de la jornada de sus trabajadores. Si el empleado está registrando más tiempo del debido o tiene conexiones para resolver cuestiones en horarios no habituales, se podría estar vulnerando el derecho a desconexión.

  • Planificar la jornada laboral. Dentro de una política de desconexión se debe incluir una buena organización. No se deben organizar reuniones fuera del horario laboral, pero tampoco en momentos cercanos a su finalización, porque podrían alargarse y ocupar tiempo fuera de la jornada. Respecto a las tareas, hay que priorizar las labores para que no sea necesario ampliar la jornada de trabajo innecesariamente. Hay tareas que pueden posponerse y realizarse otro día sin perjudicar a la empresa. 

  • Desconectar los canales. La empresa puede aplicar la desconexión automática. Por ejemplo, desconectar el teléfono o configurar respuestas automáticas en el correo electrónico, entre otros. 

  • Realizar acciones de formación y sensibilización. Los empleados tienen que estar formados y saber cuáles son las medidas que implementa la empresa sobre la desconexión digital. Es la empresa la encargada de informar a los empleados y decidir qué acciones realizar. Por ejemplo, explicar qué es la desconexión digital, limitar las llamadas, educar en los efectos positivos sobre el clima laboral, etc. 

  • Informar a los clientes del horario de la empresa. De esta manera, las llamadas fuera de horario y los correos disminuirán o incluso desaparecerán. Los empleados no tienen la obligación de responder fuera del horario y los clientes lo sabrán de antemano. 

  • Tener en cuenta las posibles consecuencias ante una inspección de trabajo. No cumplir con la desconexión digital implica sanciones para la empresa. Tenemos las clasificadas como ‘graves’, cuando se detecta que el empleado supera su jornada laboral. La multa puede ir desde los 626 € hasta los 6.250 €. También podría haber sanciones catalogadas como ‘muy graves’ cuando no se cumple con el derecho a la intimidad o cuando se aplican represalias, como la reducción del salario, por no atender fuera de la jornada laboral, en cuyo caso las multas oscilan entre los 6.251 € hasta los 187.515 €.

¿Qué dice la ley sobre la desconexión digital?

La desconexión digital está regulada por dos leyes. En primer lugar, por el Estatuto de los Trabajadores. En el artículo 20 bis, se establece el derecho del trabajador a la desconexión digital y a la intimidad, al tener que utilizar dispositivos digitales para llevar a cabo su trabajo. 

Por otro lado, está la Ley Orgánica de Protección de Datos y Garantía de Derechos Digitales (LOPDGDD). En su artículo 88 habla de este derecho. La finalidad es que todos los trabajadores puedan disfrutar de sus vacaciones, descanso y permisos, sin estar pendientes del trabajo. Además, establece cuatro claves para garantizar este derecho:

  • Limitación en el uso de dispositivos digitales.

  • Creación de una política interna

  • Formación para la sensibilización de todos los miembros de la empresa sobre los riesgos de la no desconexión. 

  • Adecuada organización de la jornada laboral

Sin embargo, su seguimiento y aplicación no son sencillos, y queda en gran medida en manos de la empresa y su capacidad para ‘educar’ a todos los niveles jerárquicos para que cumplan con este derecho laboral.

Lo demuestran datos como que el 75 % de los trabajadores españoles responden llamadas o e-mail fuera del horario laboral. Durante el periodo vacacional, el 64 % de los trabajadores se conecta cuando es necesario, según el informe ‘Desconexión digital’ realizado por Infojobs. Se trata de un problema social que está muy extendido, si atendemos a estos datos.

Entre los motivos para que los empleados no desconecten digitalmente, según el informe, están, en primer lugar, sentir la obligación de responder, seguido de las exigencias del puesto de trabajo e intentar resolver asuntos pendientes. 

La no desconexión está estrechamente ligada con el puesto de trabajo. Los directivos y empleados con mayor responsabilidad son los que menos desconectan. 

Ventajas del derecho de la desconexión digital para las empresas

El derecho a la desconexión digital tiene ventajas tanto para la empresa como para los empleados. Por ejemplo, el aumento de la productividad o la reducción de problemas físicos y mentales como el estrés, entre otros. 

Aumenta la productividad 

Respetar el derecho a la desconexión digital aumenta la productividad. Los empleados necesitan dejar de pensar en el trabajo y recargar pilas para la siguiente jornada. No tener tiempo libre o no desconectar del trabajo puede, incluso, tener consecuencias negativas graves que deriven en estrés o ansiedad, consecuencias que repercuten en las tareas y por tanto, en el rendimiento y productividad. 

Por ello, dedicar el tiempo debido al trabajo con una buena organización hace que el empleado sea más productivo.

Reduce los problemas físicos y mentales

Los problemas físicos y mentales que sufren los empleados pueden estar relacionados con la falta de desconexión digital. Problemas psicológicos como el estrés o la ansiedad, así como dificultades visuales por estar frente al ordenador demasiadas horas son algunas consecuencias. 

Con una adecuada política de desconexión digital, se consiguen reducir estos episodios de estrés y cierto deterioro en habilidades físicas, lo que redunda positivamente en la eficiencia de los procesos que se lleven a cabo en la empresa.

Captar y retener talento 

Según el informe ‘La Gran Reevaluación’, la conciliación es uno de los aspectos más valorados por los trabajadores a la hora de decantarse por un puesto de trabajo. Por encima, incluso, del salario

Si una empresa ofrece a una persona un trabajo donde se garantice la desconexión laboral, implica que las tareas laborales del empleado se ajustan al horario de trabajo. De esta manera, tiene asegurada la conciliación familiar y laboral. Esto permite realizar una mejor gestión del talento.

Disminución del absentismo 

El absentismo laboral implica que el trabajador abandone de forma no justificada su puesto de trabajo. Cuando un empleado no desconecta, aumenta el riesgo de absentismo, pues tiende a buscar el descanso que no ha tenido.

Por el contrario, si el empleado ha recargado pilas y ha desconectado cuando le correspondía, las probabilidades de que regrese a su puesto motivado aumentan. Disminuyen, en consecuencia, el riesgo de absentismo y presentismo.

Mejora la imagen de marca 

Reconocer y aplicar la desconexión digital en una empresa repercute directamente en su imagen de marca. Cuando una organización trabaja correctamente y reconoce los derechos de los empleados, los consumidores tienen una percepción positiva de la empresa. 

Esto también afecta a la marca de empleador de la empresa. Si la corporación quiere atraer a candidatos con talento, será más fácil cuando se cuente con una adecuada política de desconexión digital que lance el mensaje de que la empresa se preocupa por el bienestar y necesidades de los empleados.

La importancia de la conciliación laboral

Todo trabajador tiene derecho a conciliar su vida laboral y familiar. Es decir, tiene que existir un equilibrio entre el tiempo dedicado al trabajo y a la vida personal. Son las empresas las que tienen que tomar medidas para que exista y los empleados se sientan satisfechos. Aplicar una política de desconexión digital y asegurar su cumplimiento es una excelente forma de fomentar esta conciliación.

Actualmente solo el 41 % de los trabajadores encuentran facilidades para conciliar su vida laboral y familiar, según datos extraídos del estudio ‘Conciliación laboral y familiar’ elaborado por la plataforma de empleo InfoJobs. Las medidas más útiles para fomentar la conciliación están relacionadas con el horario de trabajo: flexibilidad horaria, jornada intensiva o teletrabajo son algunas de ellas. 

Preguntas frecuentes

¿Qué es la desconexión laboral en el ámbito digital?

La desconexión laboral en el ámbito digital es el derecho que tiene todo empleado a no trabajar excediendo su jornada laboral. El término digital hace referencia al uso de dispositivos o herramientas de comunicación digitales. 

Es la forma de garantizar que el empleado no responda llamadas o e-mail fuera de su horario laboral o en periodo de descanso o vacaciones. Así, el trabajador se asegura de disfrutar de su tiempo libre cuando finaliza su jornada. No tiene que estar atento a las comunicaciones laborales porque no le corresponde. 

¿Cómo se puede garantizar la desconexión laboral?

Garantizar el derecho a la desconexión laboral es tarea de la empresa. Esta debe encargarse de que los empleados no trabajen más de su jornada. 

Para ello, hay que crear una política interna. En ella deben constar de forma clara los tiempos de descanso, la formación que van a recibir los empleados y las acciones que se van a llevar a cabo para cumplir con la desconexión. 

Por ejemplo, registro de la jornada, sanciones o formación para saber cómo configurar herramientas para avisar a otros compañeros de que no estamos disponibles.

¿Cuántas horas hay que trabajar para tener derecho a descanso?

Según establece el Estatuto de los Trabajadores, toda persona que trabaje durante seis horas tiene la obligación de disfrutar de un descanso de 15 minutos. El tiempo puede ampliarse según el convenio colectivo, como también se puede determinar si el descanso cuenta o no como tiempo efectivo de trabajo. 

Si se trata de una jornada de 8 horas, el tiempo mínimo de descanso es de 15 minutos, aunque en muchas ocasiones se amplía a 30 minutos cuando se trata de una jornada continua.

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