Permiso de trabajo en España: una guía para empresas

Es una autorización legal que permite a personas extranjeras iniciar una relación laboral en España. Para adquirir el permiso de trabajo es necesario cumplir una serie de requisitos establecidos por el Gobierno español, aunque no es aplicable a todos los extranjeros. 

El ciudadano con nacionalidad de algún país que pertenezca a la Unión Europea o al Espacio Económico Europeo, como Suiza, no necesita un permiso especial de trabajo para desempeñar sus funciones en España. 

Para obtener el permiso de trabajo es necesario, en primer lugar, cumplir con los requisitos que se detallan más adelante. En segundo lugar, el interesado tiene que presentar la documentación a la administración correspondiente. 

Tanto el empleado que busque trabajo como el empleador que contrate a un extranjero tienen que cerciorarse de tener los papeles en regla.

La contratación de un extranjero sin permiso de trabajo tiene consecuencias económicas para ambas partes: multas que van desde los 500 euros, en los casos más leves, hasta los 100.000 euros, en los más graves. Estas sanciones pueden imponerse tras un proceso de inspección de trabajo a través del cual se constaten irregularidades que podrían incluso definir un determinado proceso como inmigración ilegal.

Los permisos de trabajo en España se clasifican en dos grupos: aquellos que se conceden a quienes pretenden trabajar por cuenta ajena y los que se dirigen a profesionales que trabajarán por cuenta propia. En total hay ocho tipos de permisos: aquellos nominados desde la A a la C son destinados a trabajos asalariados y desde la D a la E, a empleos por cuenta propia. También existen otros tipos, como el permiso F, para trabajadores fronterizos, el permiso permanente y el extraordinario. 

Este permiso de trabajo, como su nombre indica, es para cubrir un puesto de trabajo de temporada o duración limitada. Es, entonces, un permiso que dura el mismo tiempo que el contrato de trabajo. No se puede renovar y en ningún caso puede superar los 9 meses de duración. 

Al igual que en el caso anterior, el permiso B inicial tiene una duración limitada; la misma que el contrato, y, en este caso, no puede exceder 1 año de duración. Permite trabajar en una zona geográfica o actividad laboral concreta. 

Por su parte, el permiso B renovado se concede a quienes vayan a realizar varias actividades o distintas profesiones a lo largo de 2 años, aunque, si existe justificación, puede concederse a actividades del mismo ámbito. Es el tipo de permiso que se suele conceder cuando se cumple el tiempo del permiso B inicial.

Es el último permiso para trabajadores por cuenta ajena. Permite desarrollar cualquier actividad dentro de España. Tiene una duración de 3 años como máximo. Se concede cuando ya se han finalizado los permisos de tipo B. 

Son los primeros permisos que se suelen conceder para trabajos por cuenta propia. El permiso inicial permite realizar una actividad concreta por un máximo de 1 año. Inicialmente, se limita su actividad a un ámbito concreto. 

El renovado por su parte, no presenta limitaciones en cuanto a actividad y profesión. A lo largo de 2 años se da la posibilidad de trabajar en diferentes profesiones y actividades. También tienen derecho a este permiso aquellos que ya hayan agotado la vigencia del permiso B.

El permiso E se concede al finalizar la vigencia del permiso D. Tiene una duración máxima de 3 años. Permite desarrollar cualquier tipo de actividad sin limitación geográfica. 

Es un permiso de trabajo que se otorga a quienes trabajen por cuenta propia o ajena en actividades lucrativas, laborales o profesionales en zonas fronterizas del territorio español. Se puede renovar y dura un máximo de 5 años. 

Es un permiso indefinido. Habilita el desarrollo de cualquier tipo de actividad. Las únicas limitaciones tienen que ver con los requisitos del puesto, como puede ser tener en posesión algún título académico o contar con determinadas habilidades. 

Permite realizar cualquier actividad siempre que se cumplan los requisitos de titularidad y habilitación. Se concede a los extranjeros que contribuyan en el progreso cultural y económico de España. 

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Para obtener el permiso de trabajo en España es necesario cumplir con los siguientes requisitos: 

• Ser mayor de 16 años si se trabaja por cuenta ajena.

• Ser mayor de 18 años si se trabaja por cuenta propia. 

• Tener autorización de residencia y trabajo. 

• No tener antecedentes penales durante los últimos 5 años. 

• La duración del contrato tiene que ser superior a 90 días. 

• No tener prohibido el ingreso al territorio español ni estar tampoco en periodo de tiempo de compromiso de no regreso a España.

• Tener el certificado de salud que garantice que la persona no es un peligro para la salud pública del país. 

El procedimiento para obtener el permiso de trabajo en España consta de diferentes pasos, todos ellos con unos plazos de tiempo concretos. 

• El primer paso necesario es obtener el permiso de residencia. Sin él no se concede el permiso de trabajo. La solicitud de residencia se realiza en la Oficina de Extranjería de la provincia en la que se va a desarrollar la actividad. La organización tiene un plazo de tres meses para notificar la resolución. En caso de no obtener respuesta se da por denegada. 

• A continuación hay que solicitar el visado. Esta gestión se realiza en el consulado o embajada de España. Una vez recibido, se dispone de un plazo de tres meses para entrar en el país. La obtención del visado o visa es uno de los trámites más complicados. Ejemplo de ello es la historia de Alejandro, que se trasladó desde Argentina. 

• Una vez dentro de España, hay que darse de alta en la Seguridad Social. De no hacerlo, el extranjero pasa a estar en situación irregular y, en caso de detectarse, se le obligará a abandonar el país. 

• Por último, para obtener el permiso de trabajo e iniciar legalmente la actividad laboral en España, el extranjero debe solicitar en la comisaría la tarjeta de identidad del extranjero (TIE). El plazo para ello es de 1 mes desde que se da de alta en la Seguridad Social. 

A la hora de contratar un empleado extranjero, el permiso de trabajo puede ser solicitado por el empleado o por la empresa. En caso de que sea esta última la encargada, es su deber: 

• Solicitar el permiso de residencia y trabajo del futuro empleado en la oficina provincial de extranjería donde se desarrolle la actividad del profesional.

• Pagar las tasas del modelo 790. Se dispone de un  plazo de 10 días hábiles desde que se presenta la solicitud. 

• Adjuntar a la solicitud la siguiente documentación: 

  • Solicitud firmada y con un duplicado. 

  • DNI del empleador o CIF de la empresa. 

  • Precontrato de trabajo, es decir, el acuerdo mediante el cual se establecen las condiciones de la relación laboral que se va a mantener en el futuro cuando se obtenga el permiso de trabajo. 

  • Copia del pasaporte del empleado. 

  • Documento que demuestra la capacitación y habilitación del empleado. 

  • Justificante que demuestre que la empresa cuenta con recursos económicos. 

• Tras obtener el permiso, la empresa es la encargada de dar de alta al trabajador en la Seguridad Social. 

Una última práctica recomendable es que tanto empresa como candidato se apoyen en un abogado para asegurar la agilidad de esta tramitación.

Contratar trabajadores internacionales en una empresa ofrece beneficios. El primero y más destacado es la diversidad. Las personas extranjeras tienen valores y puntos de vista diferentes por su cultura y conocimientos que permiten una mayor diversidad en la empresa. 

Normalmente la llegada de nuevos trabajadores ofrece frescura. Mejora el ambiente de trabajo y fomenta la comunicación. Conocer más en profundidad a una persona extranjera favorece descubrir nuevas formas de trabajar. Además, es una oportunidad para saber cómo trabaja la competencia en otros países. 

La contratación de extranjeros con permisos de trabajo también mejora la imagen de empresa y su employer branding, pues muestra que la empresa apuesta por la integración y diversidad.

Depende de cada caso y de la saturación del órgano competente. No obstante, lo máximo son 3 meses. Es el plazo que tiene la administración correspondiente para notificar si la solicitud es aceptada o no siempre y cuando se haga la solicitud correctamente, es decir, en el caso de que se cumpla con los requisitos y se adjunte la documentación necesaria. 

Los permisos de trabajo especiales (PTE) son aquellos que permiten desarrollar actividades consideradas peligrosas. Con esto nos referimos a aquellos trabajos que exigen un riesgo. Ejemplo de ello son los trabajos de mantenimiento y reparación de máquinas o los trabajos en altura, entre otros.

El permiso de trabajo en frío es aquel que se concede a los trabajadores que realizan actividades que utilizan equipos que no generan calor ni chispas, pero que se consideran trabajos que conciernen ciertos peligros. Ejemplo de este tipo de trabajo son el mantenimiento de instrumental, reparación de bombas que tienen líquidos corrosivos o la sustitución de tuberías, entre otros. 

El Ministerio de Trabajo y Economía Social es el encargado de conceder el permiso de trabajo, permiso que debe estar firmado por los interesados, es decir, tanto por el empleador como por el empleado.