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Liderazgo situacional: ¿qué es y cuáles son sus beneficios?
Aprende a liderar de manera más efectiva en contextos empresariales en constante cambio a través del poderoso método del liderazgo situacional. Cuando termines la lectura de este artículo podrás conocer cómo implementarlo en tu organización de manera efectiva.
Puntos claves
El liderazgo situacional es una tipología de liderazgo desarrollada por Paul Hersey y Ken Blanchard en la década de 1970. Se creó para solventar la necesidad de crear un liderazgo que se adaptara a entornos cambiantes.
Este tipo de liderazgo plantea que no existe una fórmula universal para gestionar todas las situaciones organizacionales de forma efectiva, sino que hay que adaptarse a cada situación en particular.
La característica distintiva más destacada del liderazgo situacional reside en su capacidad de adaptación. Los que practican este enfoque suelen ser más flexibles y capaces de adaptar su estilo según lo que la empresa necesite.
El modelo sienta los pilares de cuatro estilos básicos a la hora de liderar: dirigir, orientar, apoyar y delegar. Estos se modifican según los miembros del equipo, sus competencias y experiencia.
¿En qué consiste el liderazgo situacional?
Esta teoría de liderazgo nace en la década de 1970 de la mano del empresario Paul Hersey y el escritor Ken Blanchard. Ambos autores encontraron una problemática que se repetía en las empresas de la época: no existía una forma de liderar que funcionara para todos los tipos de situaciones empresariales. Ante esto, realizaron una investigación y crearon su propia teoría del liderazgo que propone un modelo flexible y adaptable a las necesidades de la compañía en el momento necesario.
Es decir, su componente principal es la capacidad que tiene el líder para adaptarse a las situaciones cambiantes que existen en la empresa de acuerdo con lo que necesite su equipo de trabajo y la situación en particular. Un líder situacional es aquel capaz de modificar su estilo tras evaluar qué condiciones se presentan, las competencias del equipo y las necesidades empresariales en el momento actual. Esto puede incluir cuatro estilos básicos de liderazgo: dirigir, orientar, apoyar y delegar, que se utilizan de acuerdo con la situación y los miembros del equipo.
Dirigir: el líder puede asumir un rol de director en momentos en los que el equipo lo necesite. Esto suele suceder cuando los miembros son inexpertos en cierto tema o se encuentran incapacitados para gestionar una situación en particular, ya sea por falta de competencias, prácticas anteriores, etc. Así, el líder toma la mayoría de las decisiones y, además, define los pasos a seguir.
Orientar: cuando los colaboradores comienzan a adquirir más experiencia, pero aún requieren orientación, el líder se convierte en un guía. Ofrece apoyo y dirección, a la vez que permite cierto grado de autonomía. Fomenta la colaboración y el aprendizaje.
Apoyar: en equipos con un nivel de competencia y madurez moderado, el líder adopta un papel de apoyo, es decir, auxiliar al resto del equipo con los recursos adecuados para que puedan abarcar determinada situación. Sin embargo, permite que los trabajadores tomen decisiones y asuman responsabilidades sin su intervención decisoria. Se enfoca en el desarrollo y la motivación individual.
Delegar: el líder delega tareas y responsabilidades a otros miembros del equipo que crea que tienen las competencias y capacidades pertinentes. Así, los participantes tienen autonomía en sus ámbitos laborales. El líder actúa como recurso de consulta y proporciona apoyo según sea necesario.
Este método fue innovador para la época, ya que promovía una evaluación de competencias del equipo de trabajo para que así el líder pudiera modificar su estilo adecuadamente. Esta adaptación permitiría al líder guiar de manera más efectiva a su equipo y maximizar los resultados en diferentes situaciones.
El liderazgo situacional se convirtió en una teoría influyente y ampliamente adoptada en el campo del liderazgo y la gestión, y sigue siendo una herramienta valiosa para líderes y gerentes que desean ser más eficaces en contextos empresariales en constante cambio.
¿Cómo se diferencia el liderazgo situacional de otros estilos de liderazgo?
El liderazgo situacional es diferente a los demás estilos de liderazgo. Algunas diferencias destacadas son:
Adaptabilidad: se aparta del enfoque estructurado de liderazgo y busca ajustarse a las necesidades presentes. Es decir, puede adoptar cierto enfoque de liderazgo en una situación o momento organizacional en especial y luego modificarlo en el futuro.
Orientación hacia resultados y relaciones: el liderazgo situacional busca un equilibrio entre los resultados y las relaciones interpersonales. Es decir, su foco se mantiene en obtener los resultados orientados hacia los objetivos empresariales mientras que cuida las relaciones existentes entre los equipos de trabajo.
Toma de decisiones: en el liderazgo situacional, la toma de decisiones puede variar según la situación. Los líderes suelen delegar responsabilidades al resto del equipo y se involucran en la toma de decisiones solo cuando la situación es urgente o importante.
Nivel de control: mientras que, en algunos estilos de liderazgo, el líder puede mantener un alto grado de control sobre las tareas y procesos, el liderazgo situacional permite una distribución variable de la responsabilidad y el control. El líder decide qué tareas delegar y en qué medida, y puede modificar las responsabilidades del equipo según cada situación.
Motivación y reconocimiento: los líderes situacionales reconocen que la motivación y la recompensa pueden variar según el individuo. Adaptan su enfoque para motivar a cada miembro del equipo de manera efectiva, ya sea proporcionando apoyo adicional, brindando reconocimiento o ajustando las expectativas.
Feedback y desarrollo: esta teoría busca que los miembros del equipo puedan desarrollar competencias y habilidades en el medio y largo plazo. Para ello, se apoya en el feedback o retroalimentación y en la comunicación constante.
Enfoque en el equipo: una de sus características es la contemplación del equipo de trabajo como un todo. Es decir, toma las habilidades de cada persona para construir un equipo diverso y, a su vez, realiza un seguimiento de las relaciones interpersonales que se registran.
Cuatro estilos de liderazgo: esta teoría parte de cuatro estilos de liderazgo básicos que son: dirigir, orientar, apoyar y delegar. Adapta cada estilo básico según las capacidades y competencias del equipo de trabajo. Por ejemplo, cuando un equipo tiene poca experiencia, el líder puede asumir un rol más directivo, mientras que, en equipos más maduros, puede adoptar un enfoque de delegación.
Flexibilidad: permite a los líderes modificar su estilo de liderazgo según varían las circunstancias. Esto es especialmente valioso en entornos empresariales en constante cambio, donde una sola estrategia de liderazgo puede no ser efectiva a largo plazo.
Mejora de la comunicación: al evaluar continuamente las necesidades de sus colaboradores, los líderes situacionales tienden a tener una comunicación más abierta y efectiva con su equipo. Esto fomenta un ambiente de confianza y colaboración.
¿Cuáles son las ventajas y desventajas del liderazgo situacional?
El liderazgo situacional tiene varias ventajas y desventajas que debes tener en cuenta al considerar su aplicación.
Ventajas del liderazgo situacional
El líder situacional es capaz de adaptarse a diferentes situaciones y necesidades, lo que aumenta la efectividad en una gran variedad de contextos.
Al evaluar las necesidades de los seguidores, se promueve una comunicación más abierta y efectiva entre el líder y el equipo, lo que puede fortalecer la relación y la confianza.
Busca ajustarse al nivel de desarrollo que tiene el equipo de trabajo. Se adapta a las necesidades actuales de los miembros del grupo laboral para fomentar su crecimiento, motivación y compromiso.
Este tipo de liderazgo utiliza diferentes estilos de liderazgo en momentos apropiados, lo cual puede optimizar los resultados y la eficiencia del equipo.
Ahora, analicemos algunas desventajas de este estilo.
Desventajas del liderazgo situacional
Para aplicar el liderazgo situacional de manera efectiva, el líder debe ser competente en evaluar constantemente la situación y el nivel de competencia de los colaboradores, lo que puede ser desafiante.
Si un líder cambia de estilo con demasiada frecuencia, los colaboradores pueden percibirlo como incoherente o indeciso.
La adaptabilidad del liderazgo situacional puede requerir tiempo y esfuerzo adicional por parte del líder para evaluar y ajustar su enfoque constantemente.
El liderazgo situacional puede no ser la mejor opción en entornos altamente especializados o en situaciones de crisis, donde se necesita un enfoque más firme y directivo.
¿Cómo aplicar el liderazgo situacional en la empresa?
Hemos dividido la aplicación del liderazgo situacional en una serie de pasos generales para que puedas aplicarlo en tu organización.
Paso 1: evaluar la situación
Comienza por evaluar la situación actual de tu equipo y tu empresa. Considera factores como la complejidad del proyecto, las habilidades y experiencia de los colaboradores y los objetivos que alcanzar.
Paso 2: evaluar a los colaboradores/miembros del equipo
Registra qué competencias tienen los miembros del grupo de trabajo, así como también de qué manera pueden mejorarlas o desarrollarlas dentro de la empresa. Esto implica considerar su conocimiento, habilidades, experiencia y actitud hacia la tarea en cuestión.
Paso 3: seleccionar el estilo de liderazgo
Tras un análisis situacional de la organización se selecciona qué enfoque de liderazgo aplicar según sea necesario. Tienes la opción de seleccionar entre dirigir, guiar, respaldar o delegar, en función de lo que mejor concuerde con las necesidades y el nivel de competencia de tu equipo.
Paso 4: comunicar y dirigir
Comunica claramente tus expectativas y el estilo de liderazgo que vas a adoptar. Brinda orientación específica cuando sea necesario y establece metas claras para el equipo.
Paso 5: supervisar y apoyar
Supervisa el progreso del equipo de cerca y proporciona apoyo adicional si es necesario. El líder situacional presta atención a lo que tienen que decir los miembros de su equipo y ofrece su ayuda cuando lo necesiten, así como también consejos constructivos para que puedan mejorar.
Paso 6: ajustar según sea necesario
Este modelo de liderazgo confía en que sus miembros del equipo cambiarán el estilo de trabajo en el largo plazo. Esto es porque, como ya hemos mencionado, fomenta el desarrollo de sus competencias y habilidades. Es por ello que puede que te encuentres ante una necesidad de cambio del estilo en el futuro y debas modificar el estilo según sea necesario, lo cual es completamente normal.
Paso 7: evaluar constantemente
Continúa evaluando la situación y a los colaboradores de manera regular. Asegúrate de que el estilo de liderazgo siga siendo apropiado y efectivo para el equipo y la empresa en general.
Preguntas frecuentes
¿El liderazgo situacional es adecuado para todo tipo de equipos?
El liderazgo situacional no es adecuado para la gestión de todo tipo de equipos. Si bien es efectivo en muchos contextos, puede no ser la mejor opción en equipos altamente especializados o en situaciones de crisis donde se requiere un liderazgo más directivo y firme. Es por ello que recomendamos evaluar qué necesidades actuales tiene la empresa para seleccionar el estilo que se ajuste adecuadamente a estas.
¿Qué limitaciones tiene el liderazgo situacional?
Las limitaciones más frecuentes de este estilo de liderazgo son que puede generar cierta confusión en el personal si se adapta en demasía el estilo del líder, que requiere una evaluación exhaustiva de las competencias del equipo, lo cual puede requerir un gasto mayor de recursos y que su aplicabilidad suele limitarse a ciertos entornos laborales específicos.
¿Qué tipos de liderazgo existen?
Existen varios tipos de liderazgo, tales como: el liderazgo autocrático, liderazgo democrático, liderazgo transformacional, liderazgo transaccional, liderazgo laissez-faire, liderazgo participativo, liderazgo inclusivo, etc.
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