23. marzo 2023

España, a la cola en materia de teletrabajo y bienestar

Female employee at work

La implantación del teletrabajo en nuestro país continúa por detrás de otros países occidentales como Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia o Italia, entre otros.

La realidad en España

Desde antes incluso de la pandemia del COVID-19, ya veníamos escuchando cómo la digitalización llegaría para quedarse, viendo cómo millones de puestos de trabajo cambiaban diariamente para evolucionar junto con las nuevas tecnologías. Sin embargo, siendo una de las prácticas favoritas de los empleados, y una de las herramientas más usadas por las empresas de todo el mundo, en España continuamos con una asignatura pendiente: normalizar el teletrabajo.

Si bien es cierto que el modelo de trabajo en remoto tuvo un comienzo algo complicado, con una implantación forzada y demasiado rápida, a día de hoy, el amplio abanico de herramientas con las que contamos a nuestra disposición permite que este tipo de prácticas se lleven a cabo con gran facilidad para ambos, trabajador y empleador, demostrando en la mayor parte de los casos un aumento en la motivación y  desempeño de las labores diarias, y en consecuencia, una mejora en los resultados de la empresa.

Tal y como muestra el último HR Study realizado por Personio, la compañía líder de software de RR. HH. para pequeñas y medianas empresas en Europa, los modelos de trabajo híbridos y en remoto son ya una de las más prioridades para los trabajadores europeos a la hora de buscar nuevos puestos o valorar su permanencia en un trabajo (60%), junto con las prácticas de conciliación (71%) y los horarios de trabajo flexibles (65%).

En qué consiste PersonioFlex

  • Trabajo presencial: la intención es que los empleados y equipos pasen aproximadamente el 50 % de su tiempo en la oficina, y el resto del tiempo de la forma que mejor se adapte a sus necesidades.

  • Trabajo en remoto: los equipos podrán trabajar desde casa o desde cualquier otro lugar del país con total concentración y sin tener que desplazarse a la oficina.

  • Remoto internacional: trabajar desde el extranjero también será una opción, previa aprobación de su supervisor, por ejemplo, para prolongar su estancia tras las vacaciones y poder conocer la cultura de trabajo de otro país.

Sin embargo, las empresas españolas siguen mostrando una gran reticencia para la implementación de este modelo de trabajo, fundamentalmente debido a una mentalidad todavía arraigada al trabajo presencial.

Una postura de rechazo que se justifica bajo tres pilares fundamentales:

La diferente estructura económica de los países

Si bien la digitalización continúa abriéndose paso en todos los ámbitos, la mayoría de los trabajos que pueden realizarse de forma remota pertenecen al sector de los servicios. Es por ello por lo que, los países que tienen una mayor proporción de personas empleadas en industrias como la agricultura, la manufactura o el comercio minorista, o como en el caso concreto de España con un sector hostelero y de turismo que ocupaba en 2021 el 11,4% del total de empleos, estando forzados a mantener una tasa más baja o se ven incluso incapaces de implementar estos modelos de trabajo.

La extensión geográfica

Es normal que países con una mayor extensión de territorio, ofertas de trabajo y ciudades tecnológicas cuenten con una mayor implantación de este tipo de modelos híbridos, buscando así evitar gastos adicionales tanto a nivel económico como de tiempo. Es por eso por lo que países como Estados Unidos presentan una tasa de implantación del teletrabajo de hasta el 50%, frente al 15,5% de España, cuyos puestos de trabajo quedan recogidos casi en exclusiva dentro de las grandes capitales como Madrid o Barcelona.

La penetración de la tecnología

Directamente relacionado con el punto anterior, independientemente de las facilidades ofrecidas por las empresas, en muchos casos, pese a que los países cuenten con un alto desarrollo económico, todavía pueden detectarse algunas diferencias en la accesibilidad y la calidad de las redes. Problemas como la “España desconectada” se hacen más visibles a la hora de tratar de implantar el teletrabajo.

Un cambio necesario: la España 3.0

Con estos datos, se hace necesario que España adopte algunos cambios adicionales, ya que la flexibilización que ofrece el teletrabajo está ayudando a impulsar la transformación, el rediseño y el planteamiento de los puestos y espacios de trabajo, marcando unas claras tendencias para los próximos años.

Concretamente para el caso de España, los expertos plantean que la sostenibilidad será la principal tendencia a la hora de construir los nuevos espacios para oficinas, buscando aprovechar en mayor medida los espacios asignados para los trabajadores, así como optimizar el gasto energético, ambos en línea con estas nuevas tendencias de trabajo híbrido. Todo ello buscando mantener un entorno en el que los empleados se sientan a gusto, buscando desarrollar espacios que guarden un equilibrio entre la iluminación natural y artificial de los espacios.

Por último, si bien España parece estar entre los países con mayor presencia de estos espacios para el coworking, por desgracia estos no se distribuyen de forma homogénea por todo el país, quedando la mayoría recogidos en las grandes capitales como Madrid, Barcelona, y más recientemente, Málaga.